sábado, 26 de mayo de 2018

La mejor versión de Madre.

“El padre y el hijo son dos. 
La madre y el hijo son uno”. 
Lao Tse.
Por Eli Quezada
Cómo entender muchas veces que se puede ser maduro en los albores de una adultez precoz o adolescencia interrumpida, mientras a lo interno de esa presunta madurez, se cuece, bulle, grita impotente una inmadurez emocional que crece con los años hasta alcanzarnos en la vejez. 

Y es fácil recurrir aquí al ejemplo de niños que trabajan para ayudar en sus casas, a sus padres y hermanos; cuando su preocupación no debería ir más lejos que estudiar y asistir a la escuela y disfrutar del tiempo libre para jugar. 

No todos forzosamente sufren de estos fenómenos emocionales en el proceso de crecer y hacerse grande porque simplemente no se dieron cuenta que fueron niños mutilados o porque buscaron ayuda y se auto restauraron. Otros, probablemente, serán hombres y mujeres rotos, heridos no en su capacidad de dar amor, pero si en su capacidad de comprender el amor.

Primero quiero ponderar el hecho de que nunca me han atraído las fechas comerciales que de cierta forma sugieran, o decidan que se debe regalar como con carácter obligatorio como en la navidad, cumpleaños, madres, padres, maestros, etc. Pienso, en ese sentido, que un regalo es un acto voluntario y que lo debe decidir cada persona no como ‘necesidad creada’. Lo demás como dije es comercial, es publicidad, sugestión y cierta forma de esclavitud mental que hace más pobre al pobre y más rico al rico.

Cuando no hay dinero pero hay creatividad, no hay problemas; una se las arregla para pintar un cuadro, hacer un flan- una torta o una carta, o recortar una flor en el jardín... y esos son detalles que verdaderamente a madres como yo, conmueven.

Ahora bien, cuando no hay dinero ni creatividad, usted se puede alcanzar a imaginar la ansiedad y angustia innecesaria que causa no poder dejarle un juguete a tu hijo en nochebuena, por ejemplo. O no llevarle a la madre un presente en nuestro ‘supuesto’ día, cuando todos los días son de madre.

A mí me pasaba cuando aún era inmadura, cuando pensaba que el dinero era importante (hace muy poco, eh!) Luego comprendí que somos espantosamente manipulados desde todos los francos... por la tele, los celulares, dispositivos, carteles en las calles, propaganda escrita, etc.

Desde que debuté como persona madura, como a los cuarenta y pico, allá en New York; no  me dejo afligir con algo tan banal. Fui una niña vieja. Ahora pretendo ser una vieja joven fiel espejo de mi madre; pero con una conciencia desarrollada a base de lecturas y autoaprendizajes al vapor. En fin... con ciertas neuronas pensantes que me permiten tener mucho que aprender.
Trabajé desde adolescente y posiblemente viví tan rápido todo ese hermoso proceso de crecer que añoro esos momentos para saborearlos como  tragos cortos e intensos de la mejor bebida envejecida. 
Es cierto: “hay más placer en dar que en recibir”... definitivamente; pero muchas veces no se puede dar lo que no se tiene ni se ha tenido nunca. Ahora bien... siempre hay algo que podemos dar aunque no tenga precio en el mercado pero si valor... valor sentimental.
Y eso va por muchos sentidos. Las masas se dejan adoctrinar, alienar, imponer la música, los discursos políticos, la dramatización del quehacer estatal, y hasta la moda... y si no somos avispados, y con alguna neurona pensante nos determinan hasta el caldo de gallina que le debemos echar a nuestro cocido, que a propósito es fatal para la hipertensión arterial.
A propósito del ‘día’ de la madre dominicana y de la necesidad de pensar... me cuestiono y lanzo la bola al debate público sobre la necesidad de diferenciar el concepto de Madre. 
Madre no es quien se embaraza biológicamente y tiene una criatura y la ve crecer de lejos como Dios quiera, por no decir, sin compromiso social, emocional ni humano. No, eso no es ser madre.
Madre no es aquella que educa violentamente. Endilgando toda suerte de culpa y frustraciones propias a los hijos... no entra en la clasificación de madre. Madre tampoco es la permisiva. La que todo lo permite y aplaude. La que soluciona con regalos sus ausencias. La que compra besos y abrazos. Eso no es ser madre. Madre no es aquella que grita, que se enfurece, que maltrata de forma sicológica y física a sus hijos cuando las cosas no le salen como quiere. Repito No es la que manipula, la que controla, la que quiere ejercer tiranamente... la que manda porque si... Madre es la que explica, la que escucha, la que gobierna democráticamente y acepta cuando se equivoca. Madre es la cómplice de la vida.
Madre no es la que controla al padre y a los hijos porque no tuvo una infancia igual. No es la que recuerda que tienes suerte de tener padre y madre porque no tuvo eso. Como si los hijos fueran culpables de los atropellos de sus antepasados. Madre no es la que se vale de los hijos para chantajear emocionalmente a su ex con ellos. Mucho menos la que habla pestes  del padre delante de sus hijos, aunque se lo merezca. No, eso no es ser madre. Una madre se puede equivocar y es válido pero nunca ser mezquina. Eso no ingresa en la naturaleza de una verdadera madre.
El sinónimo perfecto de la palabra madre es abnegada, o lo que es lo mismo... virtuosa. Una madre siempre es sacrificada. Una madre ama por encima de todo. El amor de una madre no tiene precio pero tiene valor. Valor que se sustenta en la justicia y la ética. El amor lo puede todo. El amor perdona. El amor todo lo sufre en silencio, sin rencores, sin memoria...el amor de madre no manipula. No pide, no exige, da. Da en abundancia. Da de su sueño:

Madre es ese insomnio perenne que nace con los hijos y ya nunca nos deja. El amor de madre da sin esperar nada a cambio. Solo amor. 

La madre es un ser divino. No toda mujer que tiene hijos es madre. Ni toda mujer que no tiene hijos no lo es. Se puede ser madre con el compromiso, la dedicación,  la sabiduría, con la entrega, con el amor, nuevamente. Lo más importante es la presencia, el abrazo, el hacer la tarea diaria, el beso, la mirada, el apoyo incondicional... el estar ahí respirándoles al oído... leyendo sus preocupaciones. Siendo ejemplo de que la vida no fácil pero hay que ser la mejor versión de nosotros como amante madre, guía, hijo-a, esposo-a, amigo-a. 
Una madre es un diamante en bruto que se va puliendo con los años de amor y dedicación a sus hijos. ¡Que vivan las madres del mundo! FELICIDADES a las madres dominicanas.    

EliQuezada, 27-5-2018


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